Energía nuclear: Chernóbil
La tragedia de Chernobil señala el final del uso entre la energía atómica
y su uso civil, lo mismo que cuarenta años antes la bomba atómica marcó el
riesgo y el comienzo de algunos científicos frente al avance de la ciencia.
Sólo para algunos, fue el comienzo de un compromiso, para otros fue solo un
logro más.
Chernóbil aún hoy es día un dilema real para miles de personas. Niños con deformaciones, poblaciones enteras devastadas, campos contaminados, traslados forzosos de personas, trauma. Las estimaciones de víctimas varían desde 4000 según la ONU hasta 93000 muertes como consecuencia de la radiación según diferentes organizaciones eclogistas. Ante este panorama tan desolador sobresale un hecho asombroso. Científicos y visitantes de la zona han comprobado que en el área de exclusión, que marca un radio de 30 Km en torno al reactor número 4, y en las regiones altamente contaminadas que los pobladores dejaron tras de sí, ha resurgido la vida animal de forma insospechada tras la retirada del hombre. Abundan las águilas, los linces y algunas huellas de oso que no se veían en ese lugar desde la revolución industrial. Inclusive las palomas hacen nido en el centro de los restos del núcleo radiactivo. Aparentemente se han adaptado a una vida con altos niveles de contaminación. Otras especies reinsertadas temporalmente en este medio hostil encuentran grandes dificultades para sobrevivir y mueren o no logran reproducirse.
¿Qué lección nos deja esto? No debemos adelantar conclusiones porque la ciencia está trabajando en ello y pronto tendremos resultados. Para algunos animales, y para ciertos ecosistemas, el calor radioactivo no es tan nocivo como el calor humano. Se observa que ciertos animales viven y se reproducen con normalidad, a pesar de sufrir un daño genético irreparable. El hecho es que están demasiado contaminados con isótopos radioactivos como para poder ser eliminados por el hombre. Lo cual no deja de ser algo lamentable.
Sabemos que Chernobil amenaza con colapsarse de un momento a otro y liberar toneladas de polvo radioactivo. La noticia esperanzadora es que el gobierno ucraniano, ayudado por entidades financieras, planea construir una cúpula de cemento que cubrirá la actual estructura del reactor. Se prevé que el nuevo arco sea trasladado y puesto en su sitio de forma que oculte el problema durante al menos 100 años, mientras tanto, los restos del núcleo seguirán intactos. Luego, hará falta construir otra cúpula que cubra la anterior. Este método recuerda el razonamiento de que Tierra se sostiene por la caparazón de una tortuga. La mala noticia es que el Plutonio 239, el más ominoso invento de la humanidad, tiene una vida media de 24.000 años. Harán falta varias cúpulas para sostener este planeta.
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